Hoy siento que es mi segunda parada, mi segunda bajada del bus de esta vida. Miro hacia atrás para ver que es lo que he construido en estos treinta años y creo que tengo mas sumas que restas. Tengo al haber una linda familia, dos hijos que hasta el minuto son lo que he soñado para ellos, tengo una compañera que está en todas conmigo, que me cuida, que me ama a pesar de los diez años que llevamos juntos, ("a pesar" lo digo por los vaticinios de algunas personas "expertas" que alertan que a los 3 a los 5 a los 10 y a los nosecuanto el amor se acaba). Tengo unos padres que me han sabido apoyar en todo, un hermano que siempre
ha estado a mi lado, tios y primos, sin contar con la familia cercana de Elena que tambien nos han apoyado en todo. En verdad en estos momentos me he acordado de cada uno de ellos, de cada uno de ustedes; y la palabra gracias se me hace demasiado pequeña, demasiado ligera. Puedo hablar de amigos y de buenas personas que he conocido a travez de mi vida. Tengo mi casa, un buen trabajo (gracias a Dios nunca me ha faltado), tengo salud y en verdad no puedo quejarme de nada en este momento, y no por conformismo, si no por que realmente mis necesidades primordiales estan satisfechas. Existe una frase muy cierta que dice "en el justo momento en que termina la necesidad, empieza la codicia" y creo que es muy cierto. Son treinta años que me permiten estar hoy en Paz conmigo mismo. Alguien me dijo por ahi que no buscara la felicidad, que buscara la Paz en mi interior y lo demas llegaria solo... y al final de la tarde tienes mucha razon. He cometido faltas en mi andar, pero son las necesarias para aprender y gracias a Dios he sabido identificarlas y sacarlas de mi vida, erradicarlas de mi corazon. De nada me arrepiento porque a nadie he hecho sufrir, como dijo un maestro algun dia "la principal mision del hombre es ayudar, si no ayuda por lo menos no haga sufrir". Un abrazo para todos los que se sientan conectados con mi ser, de alguna u otra manera son los que me dan vida y se los agradezco.
ha estado a mi lado, tios y primos, sin contar con la familia cercana de Elena que tambien nos han apoyado en todo. En verdad en estos momentos me he acordado de cada uno de ellos, de cada uno de ustedes; y la palabra gracias se me hace demasiado pequeña, demasiado ligera. Puedo hablar de amigos y de buenas personas que he conocido a travez de mi vida. Tengo mi casa, un buen trabajo (gracias a Dios nunca me ha faltado), tengo salud y en verdad no puedo quejarme de nada en este momento, y no por conformismo, si no por que realmente mis necesidades primordiales estan satisfechas. Existe una frase muy cierta que dice "en el justo momento en que termina la necesidad, empieza la codicia" y creo que es muy cierto. Son treinta años que me permiten estar hoy en Paz conmigo mismo. Alguien me dijo por ahi que no buscara la felicidad, que buscara la Paz en mi interior y lo demas llegaria solo... y al final de la tarde tienes mucha razon. He cometido faltas en mi andar, pero son las necesarias para aprender y gracias a Dios he sabido identificarlas y sacarlas de mi vida, erradicarlas de mi corazon. De nada me arrepiento porque a nadie he hecho sufrir, como dijo un maestro algun dia "la principal mision del hombre es ayudar, si no ayuda por lo menos no haga sufrir". Un abrazo para todos los que se sientan conectados con mi ser, de alguna u otra manera son los que me dan vida y se los agradezco.